sábado, 27 de diciembre de 2008

Prometeo y Pandora


Zeus no me deja dormir. Me persigue cautelosamente noche tras noche; me lo cruzo en cada vereda por la que camino, acompañado por mortales que tal vez no sepan quien es. Trata de decirme algo, pero no se escucha. Tal vez quiera un sacrificio de mi parte. Sé que está enojado.
Sé que sigue enojado, y tiene ganas de seguir castigándome a pesar de que no sabe que ya tengo elementos suficientes para pagar por el dolor que le causé.
Me mostró a la única mujer existente, similar a una diosa y yo la quise para mi, la necesité. Me la dio. La acepté… sin honra, pero con amor(sin timè, pero con eros). Junto con ella me envió la cantidad suficiente de pesares para recordarme a cada momento que falté a mi honradez y que lo lastimé por esa pérdida, por la cual sigue sufriendo, y ató a mi dios filántropo que era nuestro intermediario.
Cómo remediar mi relación con él, si mi dios filántropo está preso con un águila picándole el hígado para recordarle el mal que ha causado, la deshonra, la pérdida de timè por haberme entregado el secreto de la vida, la verdadera clave para vivir que solo Zeus poseía.

3 comentarios:

  1. Así nació Alejo, el ser más andrógino y bello que conozco, que sumergiéndose en la noche se comió a sí mismo y se atrevió a renacer entre llamas.


    No te cuelgues, seguí escribiendo...


    te amo, siempre...
    Paz

    ResponderEliminar
  2. Empezaste con mitología griega: eso me gusta. Empezaste a darte a conocer: eso me gusta más. Siempre quise encontrarme con Alejo de otra manera, así, por escrito. ¡Qué chabón copado!
    Adhiero a lo que dice Pachi. La escritura, después del llanto, es la mejor catarsis.

    Te quieren,

    Roxana & Úrsula

    ResponderEliminar
  3. En breve, anciana de cabellos color de tiburón martillo que depreda la sinrazón del ocio turquesa de las manos de Virgilio, escribiré sobre el águila. Pero come. No solamente pica. Come.

    Maní (tostado pero sin sal o con poca).

    ResponderEliminar